Los objetivos de la fase 1
La primera fase es la más dura pero también donde más peso se pierde rápidamente. Lo principal es comer solo los alimentos permitidos (que se describirán más abajo) y beber mucha agua, 1 litro y medio o 2 litros al día, no tiene porqué ser agua, pueden ser infusiones, té sin azúcar y cosas así, pero beber mucho liquido es importante para mejorar el transito intestinal, cuidar los riñones y depurar. Evite tomar mucha sal, así toda el agua que beba la eliminará rápidamente.
La primera fase tiene una duración de 3 a 10 días, para saber cuantos días tiene que hacer lo mejor es que visite
la página del doctor Dukan, se registre, introduzca los datos de su peso, altura y constitución y le saldrá un gráfico que le indicará cuanto tiene que perder y en cuanto tiempo.
Los tres primeros días suelen ser los peores, compre solo alimentos autorizados, intenté evitar golosinas o cosas que no deba comer (no las compre ni las tenga a mano), beba mucha agua ya que aparte de ser necesaria le ayudará a saciarse, mantenga una buena higiene bucal ya que le ayudará a tener menos ganas de picar entre horas y, si finalmente tiene hambre, coma lo que quiera pero siempre de los alimentos autorizados, nada más.
El primer día de este régimen de ataque
Es un día de adaptación y de combate. Desde luego deja la puerta muy abierta a numerosas categorías de alimentos habituales y sabrosos, pero le cierra a muchos otros que usted consume habitualmente.
Para poner en marcha el régimen elija preferentemente un día en el que pueda descansar y alimentarse como se le antoje: el principio de un fin de semana puede ser ideal, pero ya verá usted qué es lo que más le conviene según el ritmo de su semana.
La sensación de restricción será muy fuerte durante los tres primeros días. Para paliarla y cruzar la frontera, encárguese de llenar la nevera de alimentos autorizados. Así podrá aprovechar plenamente las posibilidades de este régimen que, por primera vez, permite comer "a voluntad" alimentos tan densos y preciosos como la carne de vaca o ternera, pescado de cualquier tipo, incluyendo el salmón ahumado, el atún en lata, el abadejo, el surimi, las ostras, los langostinos, los huevos revueltos, la infinita gama de productos lácteos bajos en calorías, jamones sin grasa, sin olvidar los flanes de leche descremada, ¡elija usted! El primer día coma tanto como quiera, sustituya las calidades por cantidades.
El segundo día
Durante los dos primeros días puede sentirse una ligera fatiga, con menos resistencia para los esfuerzos prolongados. Su cuerpo ha sido "tomado por sorpresa" en el curso del régimen de ataque, se consume sin resistirse. Por lo tanto no es el momento de imponerle gastos energéticos intensos. En este periodo hay que evitar los ejercicios violentos y los deportes al aire libre.
A partir del tercer día
Cesa la fatiga, que suele dar paso a una impresión de euforia y de dinamismo que refuerza aún más los mensajes de ánimo que le anuncia la báscula. El hambre desaparece. Esta desaparición sorprendente está ligada a la liberación creciente de los famosos cuerpos cetónicos, los disuasores naturales del hambre más poderosos. También puede ser debida al hastío de quienes no son unos apasionados de la carne y el pescado: la monotonía tiene un efecto intenso sobre el apetito. El hambre canina y las compulsiones de azúcar desaparecen después de este tercer día.
Un régimen que hay que cumplir a rajatabla
Se permite comer cualquier cantidad de los alimentos permitidos a continuación pero hay que evitar todo lo posible comer, aunque sea una pizca, los alimentos NO permitidos. A veces puede apetecer echarle azúcar a algo, comer una onza pequeña de chocolate o cosas así... ¡No, no y no!
Si se salta las reglas establecidas el régimen funcionará muy por debajo de lo que espera o incluso puede no funcionar en absoluto. Se tiene que cumplir a rajatabla, o se hace todo como se describe aquí o mejor no perder el tiempo.
Aumento de peso en la menopausia
Resulta evidente que la menopausia es un periodo muy delicado de la vida de una mujer en lo que concierne al peso, pero no hay que tirar la toalla. Lo importante es actuar desde que los primeros kilos empiezan a instalarse. En este caso, un jueves de proteínas por semana, o dos días cada quince, pueden bastar para mantenerse en su peso ideal (una vez alcanzado). Para los otros días, evite beber demasiada agua y disminuya el consumo de sal, a fin de limitar la retención de agua. En este sentido, elimine los precocinados industriales pues aportan por si solos cerca del 90% de sal que consumimos.
Los 72 alimentos autorizados en el ataque
Tenga siempre a mano en la cartera, bolso o nevera una lista con la selección de alimentos que puede consumir y que más le gustan. Procuré llenar la nevera de todos esos alimentos la primera semana, pero atendiendo a las fechas de caducidad, lógicamente. La lista es sencilla, se resume en dos línea: carnes magras y menudillos, pescado y marisco, aves de corral, jamones y huevos, lácteos y bebidas.
Las carnes magras
El buey
Todas las partes que se asan o se preparan a la plancha están autorizadas, sobretodo el bistec, el filete, el solomillo, el rosbif y las piezas de primera categoría, como la babilla.
Carne picada
Cruda, variantes a a la tártara o carpaccio que se elaboren sin aceite. Para hacer las albóndigas, hay que aderezar la carne picada con huevo, especias y alcaparras y luego al horno.
El bistec congelado autorizado, pero vaya con cuidado de que su contenido en materias grasas no supere el 10%, el 15% es demasiado graso para el periodo de ataque.
La ternera
Las partes aconsejadas son el filete y la carne para el asado de ternera. La chuleta de ternera está autorizada, a condición de quitarle la grasa que la rodea.
El caballo
Es una carne sana y muy magra. Consúmala preferentemente en la comida del mediodía, porqué es muy tonificante.
El conejo
Carne magra que se puede consumir asada o cocida a la mostaza y al queso blanco descremado.
Los menudillos
Puede consumir la lengua de ternera y de cordero así como el higado. Este último contiene numerosas vitaminas, sumamente útiles en un régimen de adelgazamiento. Cuidado no obstante con el colesterol: las personas propensas deben consumirlo con moderación.
Los pescados
Para esta familia de alimentos no hay restricción ni límite alguno. Todos los pescados están autorizados, sean grasos o magros, blancos o azules, frescos, congelados o en conserva al natural (nunca en aceite), sean ahumados o secos.
Todos los pescados grasos y azules
Están todos autorizados, sobretodo la sardina, la caballa, el atún, el salmón...
El pescado ahumado
El salmón ahumado, aunque graso y reluciente, no es mucho más graso que un bistec con 10% de MG. Lo mismo cabe decir de la trucha ahumada, la anguila o el abadejo.
El pescado en conserva
Muy útil en caso de comida rápida o para un tentempié, está autorizado si se trata de conserva al natural como el atún, el salmón o la caballa al vino blanco consumida sin su salsa.
El surimi
Preparado a base de pescado blanco extremadamente magro. Está autorizado por completo y es muy práctico y fácil de transportar.
Los mariscos
Camarones, gambas, cangrejos, bueyes de mar, caracoles de mar, bogavantes, langostinos, ostras, mejillones y vieiras pueden consumirse a voluntad. Darán un aire festivo a la dieta.
Las aves de corral
Se autorizan todas las aves de corral, salvo las de pico plano: el pato y el ganso. Cuidado, NO consuma la piel (es lo más rico pero lo que más engorda).
El pollo
Entre las diversas partes, la más magra es la pechuga, antes que el muslo y el ala.
El pavo
En todas sus formas, en filete o a la sartén o el mismo asado al horno y trufado al ajo.
Los jamones sin grasa ni corteza
Sin grasa ni corteza y bajos en materia grasa. En esta forma puede optar por el cerdo o el pavo, porqué sólo contienen entre el 4% y el 2% de materia grasa. Son prácticos para un desayuno rápido o una tortilla.
Los huevos
Los huevos enteros
Se consumen duros, pasados por agua, cocidos al plato, en tortilla o revueltos en una sartén de silicona, es decir, sin añadir aceite o mantequilla.
La clara sola
Los huevos son ricos en colesterol y se desaconseja su consumo excesivo a los sujetos con un nivel de colesterol anormalmente alto. Se recomienda limitar su consumo a 3 o 4 yemas de huevo por semana; la clara, que es proteína pura por excelencia, puede tomarse sin ninguna restricción. En este caso también puede ser útil preparar tortillas y huevos revueltos utilizando una yema cada dos claras.
Los lácteos desnatados
Los lácteos naturales con 0% de MG
Yogur, queso blanco, petit-suisse, queso fresco... puede consumirlos a voluntad.
Los lácteos con 0% de MG de sabores
Consumibles a voluntad.
Los lácteos desnatados afrutados pero no azucarados
Se toleran en la fase 1, pero mejor evitarlos. Lo ideal en el ataque es no tomarlos, pero uno o dos pueden tolerarse.
La leche desnatada
Fresca o en polvo, está autorizada y puede mejorar el sabor o la consistencia del té o del café. Puede participar en la elaboración de salsas, cremas, flanes o preparaciones diversas.
Las bebidas
Es en todo punto indispensable beber al menos 1,5 litros de líquido al día en el curso del régimen. No se trata de una recomendación, sino de una obligación. La cantidad de líquido no es negociable.
Se autorizan todas las aguas, especialmente las de manantial ligeramente diuréticas (Solan de Cabras, por ejemplo). Si no le gusta el agua sin gas puede tomarlas con gas (Vichy Catalan, por ejemplo), también se permiten tomar bebidas light (Coca-Cola Zero, por ejemplo) o infusiones y té (siempre sin azúcar).
Los aliños y los condimentos
La sal
Está permitida, pero su uso debe ser moderado, sobretodo si sufre retención de líquidos. Si está en fase de menopausia o premenopausia evítela o privilegia las sales dietéticas poco yodadas.
El aceite
Si bien ciertos aceites, como el de oliva, tienen una merecida fama de beneficiar al corazón y a las arterias, muchos aceites y lípidos puros no entran en esa dieta de proteínas puras. En cambio el aceite de parafina está permitido para la preparación de vinagretas. Cuidado, sobretodo no lo cocine. Utilícelo en pequeñas cantidades y combinado con agua con gas, que lo aligerará y reducirá su muy elevada capacidad lubrificante: el aceite de parafina implica el riesgo de acelerar desagradablemente el tránsito intestinal. Prepare la vinagreta con la siguiente mezcla: 1 dosis de aceite de parafina + 1 dosis de agua con gas + 1 dosis de mostaza + 1 o 2 dosis de vinagre.
El vinagre
Especialmente presente en esta dieta. Dé prioridad a vinagres de sabor fuerte como el balsámico y el jerez y evite los de bajo precio ya que hay vinagres balsámicos poco caros que contienen caramelo y por lo tanto muchos azúcares.
El zumo de limón
Puede utilizarse para perfumar pescados o mariscos, pero no puede consumirse en forma de limón exprimido ni de limonada, aunque sea sin azúcar, porqué de ser así ya no se trata de un condimento sino de una fruta, acidulada, sí, pero con azúcar e incompatible con las proteínas puras.
La mostaza
Debe consumirse con moderación durante esta fase de ataque. Si parece retención de agua hay mostazas sin sal.
Los pepinillos y las cebollas
Están permitidos si se utilizan como condimentos, pero salen del esquema de la dieta de proteínas puras si las cantidades utilizadas son tan grandes que hay que considerarlas verduras. Cuidado con los patinazos en el aperitivo o en el restaurante...
El ketchup corriente
No está autorizado, porqué contiene mucho azúcar y al mismo tiempo mucha sal, pero hay ketchups de régimen sin azúcar que pueden utilizarse en cantidades moderadas.
Las plantas aromáticas y las especias
El tomillo, el ajo, el perejil, la cebolla, la chalota, la cebolleta, etc. se aconsejan encarecidamente como condimentos. Su uso permite enriquecer el sabor de los alimentos consumidos. Tendrá una fuerte sensación de saciedad y satisfacción por el plato que acaba de saborear.
A continuación os dejamos unas tablas con todos los alimentos permitidos y los no permitidos, podéis pinchar en la imagen para verla más grande.